La cirugía mamaria es un procedimiento común que puede responder a motivos estéticos, médicos o reconstructivos, como la mastectomía, la reducción o el aumento mamario. Independientemente de su propósito, la intervención puede provocar cambios en la estructura corporal y generar molestias que afectan la movilidad y el bienestar general. La fisioterapia juega un papel esencial en la rehabilitación de estas pacientes, ayudándolas a aliviar el dolor, recuperar la movilidad y reducir el riesgo de complicaciones.
La cirugía mamaria suele implicar incisiones y manipulación de los tejidos de la mama y áreas adyacentes, lo que puede generar dolor, cicatrices, restricciones en la movilidad y problemas posturales. A través de la fisioterapia, las pacientes pueden trabajar en la rehabilitación de estos aspectos para alcanzar una recuperación plena, así como prevenir el desarrollo de posibles secuelas.
Las complicaciones comunes que pueden surgir tras una cirugía mamaria incluyen:
Recuperación de la movilidad: La fisioterapia incluye ejercicios de estiramiento y fortalecimiento que mejoran la movilidad en el hombro y el brazo, facilitando el retorno a la actividad normal.
Prevención de linfedema: En casos de riesgo de linfedema, los fisioterapeutas utilizan técnicas de drenaje linfático manual y enseñan ejercicios específicos que ayudan a controlar la inflamación y promover el flujo linfático.
Reducción del dolor: Técnicas como la terapia manual, el masaje y la electroterapia contribuyen a reducir el dolor y mejorar la circulación en las áreas afectadas.
Mejor manejo de las cicatrices: La fisioterapia incluye masaje y movilización de las cicatrices para reducir las adherencias y mejorar la elasticidad de los tejidos.
Reeducación postural: La fisioterapia corrige las compensaciones posturales que se desarrollan tras la cirugía, aliviando dolores compensatorios en la espalda, cuello y hombros.
La fisioterapia es un tratamiento individualizado, adaptado a cada paciente en función de sus necesidades y etapa de recuperación. Algunas de las técnicas utilizadas incluyen:
Movilización de tejidos: Masajes y técnicas de movilización de cicatrices que ayudan a reducir adherencias y mejorar la elasticidad.
Ejercicios de rango de movimiento: Ejercicios progresivos para mejorar la movilidad en los hombros y el brazo, especialmente necesarios en casos de mastectomía.
Drenaje linfático manual: Si hay riesgo de linfedema, el drenaje linfático ayuda a evitar la acumulación de líquidos en el brazo afectado, reduciendo la inflamación y el riesgo de infecciones.
Fortalecimiento muscular: Ejercicios para fortalecer el brazo y el hombro de forma segura, mejorando la funcionalidad y evitando la rigidez.
Educación postural y ergonomía: La fisioterapia también orienta a la paciente en hábitos y posturas adecuadas que previenen tensiones adicionales en el cuerpo.
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