El dolor de oído que no es otitis es una molestia más común de lo que parece. Muchas personas acuden al médico pensando que sufren una infección, pero los resultados muestran que el oído está perfectamente sano. En estos casos, la causa suele estar relacionada con estructuras vecinas como la mandíbula, el cuello o la musculatura facial, y es precisamente ahí donde la fisioterapia puede desempeñar un papel fundamental.

Causas musculoesqueléticas del dolor de oído

Cuando el dolor de oído no proviene de una otitis, suele tratarse de un dolor “referido”. Es decir, una zona del cuerpo genera la molestia, pero el cerebro la percibe en el oído. Algunas de las causas más habituales que tratamos en fisioterapia son:

  1. Disfunción temporomandibular (ATM)
    La articulación temporomandibular conecta la mandíbula con el cráneo. El estrés, el bruxismo o una mala mordida pueden generar tensión en los músculos masticatorios, irradiando el dolor hacia el oído. Es frecuente notar chasquidos, rigidez o molestias al abrir la boca.
  2. Tensión cervical
    Una mala postura prolongada, el uso excesivo de pantallas o el estrés pueden generar sobrecarga en la musculatura del cuello. Esto puede producir un dolor de oído que no es otitis, acompañado de rigidez cervical o dolor en la nuca.
  3. Alteraciones musculares faciales
    La tensión en músculos como el masetero o el temporal puede provocar dolor irradiado hacia el oído y la sien, especialmente en personas que aprietan los dientes o tienen hábitos posturales incorrectos.
  4. Bloqueos articulares
    Pequeñas disfunciones en las vértebras cervicales o en la mandíbula pueden alterar la mecánica del cráneo y generar presión o sensación de taponamiento en el oído.

Cómo actúa la fisioterapia en estos casos

El tratamiento fisioterapéutico busca aliviar el dolor, mejorar la movilidad articular y eliminar las tensiones musculares que originan la molestia. Para ello, se utilizan diferentes técnicas según el origen del problema:

  • Terapia manual en la articulación temporomandibular, cuello y cráneo.
  • Masaje y liberación miofascial de los músculos implicados.
  • Ejercicios específicos para mejorar la postura, relajar la mandíbula y equilibrar la musculatura.
  • Técnicas de reeducación postural para prevenir recaídas.
  • En algunos casos, trabajo conjunto con odontólogos si el dolor está relacionado con bruxismo o mordida alterada.

Cuándo acudir al fisioterapeuta

Si sientes un dolor de oído que no es otitis, que aparece al masticar, mover el cuello o en momentos de tensión, es recomendable acudir a un fisioterapeuta especializado en ATM o en fisioterapia craneomandibular. Un tratamiento adecuado no solo aliviará el dolor, sino que también mejorará la funcionalidad del sistema musculoesquelético implicado.